La pandemia del coronavirus ha afectado en gran medida a nuestros patrones de movilidad. La percepción del riesgo se está convirtiendo en un factor decisivo a la hora de elegir el modo de transporte en que viajamos. Con el retorno de gran parte de los pasajeros tras el verano, la flexibilidad en las opciones de movilidad cobra mucha importancia para responder a los aumentos en el número de casos y a la creciente incertidumbre.
En Tras la respuesta a la emergencia: Estrategias para el transporte público frente a la pandemia del SARS-CoV-2, explicamos cómo los usuarios pueden cambiar su preferencia de modo de transporte a medida que aumentan los contagios, dependiendo de su percepción del riesgo de infección de cada modo. Por ello, en nuestro estudio anterior recomendamos la ampliación de la oferta multimodal de movilidad. El coche compartido (“carsharing”) tiene un papel importante dentro de este ecosistema. En colaboración con el proveedor de carsharing SHARE NOW, hemos analizado el comportamiento de uso y reserva durante los primeros meses de la pandemia para saber cómo ha cambiado la movilidad.
Las conclusiones más importantes son:
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